«Fue muy bueno realizar nuevamente el curso introductorio, continuar siendo principiante… Y esta vez abordando aún más la autocompasión, parecía diseñado para este momento que me toca transitar.  Hace poco mi hijo fue víctima de bullying en el colegio. Hace siete años que descubrí Mindfulness y si bien está presente en mí día a día, nunca antes me había dado cuenta de los cambios que generó en mi vida. Con el torbellino de emociones que surgieron cuando ocurrió todo, el enojo y la angustia parecía que iban a tomarme por completo, pero pude darme cuenta lo que estaba sintiendo y logré no reaccionar de forma inmediata. Conservar la calma en los días que siguieron fue importante para mí, pero también para acompañar a mi familia. Y en este tiempo se convirtieron en grandes aliadas también las prácticas informales, que siempre me costaban tanto porque no encontraba el momento para realizarlas, pero hoy son de gran ayuda!

Sos una instructora increíble Andrea, porque tenes el don de transmitir tus conocimientos de Mindfulness de una manera generosa, estando siempre atenta a las necesidades del grupo.»

«Yo estoy muy agradecida, realmente es un don poder diseñar un curso donde uno puede volcar todo lo que aprende y hacerlo llegar a la vida de los demás. Es una bendición que Dios te da a tí, Andre, y tú la compartes con todas las personas. Es un orgullo que hayas venido aquí y traigas lo que has aprendido en tu vida para plantar ahora las semillas en este nuevo país.»

(Email recibido en 2023) «Andrea, yo hice el curso de mindfulness para padres que dictaste en el colegio Austin en Campana. Realmente fue tan pero tan enriquecedor para mi vida personal que siempre te recuerdo con mucho cariño. Fuiste una de esas personas que me transmitieron una paz increíble. Pude aprender acerca del autoconocimento, el respeto por la opinión y el actuar de los demas,  la aceptación, el control de la impulsividad, la escucha activa, la empatía.

Al preguntar a mis familiares y conocidos, todos coinciden que notan en mí, como punto común, mi capacidad de escucha sin juzgar, la tranquilidad que transmito al hablar. A medida que fui recibiendo estas devoluciones me fui acordando de vos, del mindfulness. Profundamente agradecida de haberte cruzado, de haber tenido el privilegio de escucharte esos 8 encuentros . De aprender de vos tantas cosas tan importantes para mi vida. Y por consiguiente para la vida de los que me rodean.»

«Muy contenta con el curso… cumplió con mis expectativas… y me llevo mucho material de lectura para seguir investigando. Me gustó mucho la guía por parte de ustedes. Yo siento que estoy menos reactiva que antes y más observadora del entorno… siento que me mostraron las herramientas para mejorar en mis relaciones, no sólo con mi hijo. Es muy enriquecedor el curso…. Ahora hay que practicar!!! Muchísimas gracias!!!»

«En mi vida hice capacitaciones, posgrados, pero este es un aspecto diferente, relacionado con la conciencia, la relajación, la concentración y los pensamientos. He disfrutado todo el curso sobre todo algunas cosas más reveladoras. El mayor cambio es saber que existe este método y que puedo aplicarlo durante todo el día y a diferentes situaciones. En la práctica el mindfuness me sirvió de freno y reflexión. Hay una especie de optimismo y buena onda detrás de esto. A pesar que también vimos que nosotros mismos conspiramos contra nosotros. Este curso fue diseñado para padres e hijos, pero lo apliqué a otros aspectos, sobre todo laboral y de relaciones con otras personas. El hacerlo tipo juegos o más didáctico me gustó y lo aprendo mas rápido. Es motivador el trabajo en grupo, tu forma de ser es esencial, tenés un carisma especial. Gracias Andrea!!!!»

«Tendría que empezar reconociendo que soy una persona muy ansiosa y muy nerviosa. Toda mi vida he estado pensando en el futuro porque el presente era muy difícil y si no veía una esperanza de mejorarlo entraba en una gran depresión. He sido, como diría mi papá, un tractorcito. Siempre yendo hacia adelante sin importar que pasara a mí alrededor o qué obstáculos tuviera en mi camino. Hasta que llegué a una meta importante. Y ahí empecé a pensar ¿y ahora qué? Y empecé terapia, y estudié algo de coaching con una amiga y empecé a pensar en mí. Muchas veces me habían recomendado hacer yoga o meditación pero para mí era algo impensado. ¿Cómo voy a hacer yoga o meditación con lo acelerada que vivo todos los días? ¿qué tipo de disciplina es esta de sentarse a no hacer nada?… y ahí llegaste vos… con esto de mindfulness… me dieron un sacudón y empecé a notar que vivía en piloto automático y que no disfrutaba de todo lo que lograba hacer ni de lo que tengo. Descubrí la voz en mis pensamientos y lo mucho que éstos me afectan, y aprendí a ver mis emociones de otra forma, a leerlas e interpretarlas desde un espacio más neutral. Aunque parezca mentira, ahora si me enojo me digo “Ok, para qué el enojo” en vez de reaccionar mal o decir algo que pueda lastimar a otro. Aprendí que tengo mucho que agradecer y mucho para crecer interiormente y que es un proceso que empieza conmigo. Creo que es la tarea más linda que me podían dar en este momento de mi vida  y espero, a pesar de todas mis tendencias, lograr mucho con mindfulness. Como dije en la clase de ayer, para mí esto es un gran regalo y como cualquier regalo que recibo, que siento que es especial y que se da con amor, pienso atesorarlo siempre, asique muchas gracias, Andrea!»

«Andrea, quería agradecerte por lo que incorporaste en mi cotidianidad, por enseñarme estas prácticas y a vivir mirando el hoy de otra manera. No imaginas cómo me has ayudado. [Dos episodios familiares generaron] en mí un fuerte estado de angustia, no podía con lo que me pasaba y tus audios y clases, me acompañaron… [Cuando finalmente me separé], la calma (la cual no me caracterizaba) y el encontrarme viviendo el hoy (toda la vida viví proyectando para adelante, no sólo mi vida, sino la de todos los que me rodeaban), no sólo me sorprendió a mí, sino a todos los que me conocen. Por esto, un eterno GRACIAS. Tu intervención en mi vida está dada más allá de un curso, LA CAMBIASTE. Dios te bendiga.»