A lo largo de los diferentes encuentros, se trabaja alternando la exploración teórica de un tema central en cada clase, con diferentes prácticas formales e informales. Se asignan luego algunas prácticas para realizar en casa diariamente entre un encuentro y el siguiente. Luego de cada ejercicio se abre un espacio para compartir experiencias, descubrimientos y dificultades que puedan haber surgido. Los participantes son libres de compartir lo que sienten, generalmente encontrando muchos puntos en común con sus compañeros. En cada encuentro se llevan experiencias vividas y compartidas, y propuestas para poner en práctica esa semana y así ir sorteando los obstáculos que surgen en el entrenamiento de la mente y la regulación emocional, un proceso que se realiza desde una actitud amable con nosotros mismos, respetando los propios tiempos y procesos.