BENEFICIOS

Desde lo Físico

– Reducir algunas dolencias físicas cotidianas, aprendiendo a detectar su origen y desactivándolas antes de que se incrementen

– Transitar los dolores crónicos, aprendiendo a relacionarnos con el dolor de una nueva manera

– Entrenar nuestra atención para acompañar los procesos del cuerpo desde la aceptación y no desde la lucha interna

– Fortalecer el sistema inmunológico

– Mejorar la calidad del sueño

Desde lo Emocional

– Reducir los niveles de estrés y ansiedad

– Aprender a responder en vez de reaccionar impulsivamente

– Mejorar las relaciones interpersonales y poder comunicarnos más eficientemente

– Salirnos del piloto automático; “tomar las riendas” y no dejar que las emociones nos lleven

– Sacarle carga emocional a las situaciones diarias

– Lograr más armonía interior y mayor sensación de felicidad, disfrutando de cada momento

Desde lo Mental

– Aprender a aquietar la mente

– Manejar mejor nuestros tiempos y no agotar nuestras energías

– Incorporar herramientas para mejorar la concentración

– Aprender a dirigir la atención y a sostenerla durante mayores períodos de tiempo

– Mejorar la eficiencia y la productividad

– Establecer prioridades y tomar decisiones con mayor claridad

– Desactivar pensamientos intrusivos catastrofistas o de rumiación

Lo interesante es que no recibimos “alivio externo”, como podría proporcionarnos un medicamento o un masaje, sino que comenzamos a descubrir y desarrollar nuestros propios recursos internos de forma mucho más activa. Aprendemos a entrenar la mente y a estar mejor preparados ante las dificultades diarias, teniendo herramientas disponibles para enfrentarlas cuando se presentan. Según lo demuestran los estudios recientes en neurociencias, si bien al principio comenzamos a sentir un estado de mayor relajación luego de los ejercicios, con la práctica continuada de Mindfulness los beneficios se incrementan: el cerebro cambia su estructura, se profundizan los caminos neuronales asociados a la felicidad y la compasión, y se optimiza su rendimiento, haciendo que estos estados emocionales transitorios se transformen en características mentales permanentes.