Desde lo Emocional
– Reducir los niveles de estrés y ansiedad
– Aprender a responder en vez de reaccionar impulsivamente
– Mejorar las relaciones interpersonales y poder comunicarnos más eficientemente
– Salirnos del piloto automático; “tomar las riendas” y no dejar que las emociones nos lleven
– Sacarle carga emocional a las situaciones diarias
– Lograr más armonía interior y mayor sensación de felicidad, disfrutando de cada momento
Desde lo Mental
– Aprender a aquietar la mente
– Manejar mejor nuestros tiempos y no agotar nuestras energías
– Incorporar herramientas para mejorar la concentración
– Aprender a dirigir la atención y a sostenerla durante mayores períodos de tiempo
– Mejorar la eficiencia y la productividad
– Establecer prioridades y tomar decisiones con mayor claridad
– Desactivar pensamientos intrusivos catastrofistas o de rumiación